Dada la importancia de las puertas cortafuegos, estas deben cumplir con la normativa vigente sobre sus características y funciones, en todo lo referente a la protección contra el fuego y contar con el marcado CE.

En cuanto a sus características

Tienen que estar fabricadas con materiales ignífugos, que además deben contar con diferentes densidades y propiedades en función de la resistencia al fuego requerida.

Deben contar con un sistema de bloqueo automático desde fuera, evitando así que se pueda volver a acceder al interior de las instalaciones en caso de que se haya producido un fuego.

Sus elementos como bisagras o cerraduras tienen que estar fabricados con materiales resistentes a las altas temperaturas.

Otro de los puntos importantes de obligado cumplimiento es el referente a sus dimensiones. Las puertas cortafuegos deben contar con unas medidas que permitan un acceso cómodo para personas en sillas de ruedas, camillas de asistencia sanitaria o el equipamiento de los equipos de emergencia, como son los bomberos.

En cuanto a su validez

Las puertas cortafuegos tienen que contar con determinados informes que demuestren su validez.

En estos deberán constar los ensayos referentes a su resistencia al fuego, así como la durabilidad del autocierre y su clasificación.

Además, deberá incluir una información detallada de la puerta cortafuegos sometida al ensayo mencionado.

En esta información deberá figurar, por ejemplo: el tipo de puerta, el número de hojas, los materiales de la hoja y del marco, las dimensiones, si existen o no elementos vidriados indicando su número y tamaño, la holgura entre el marco y el cierre o la información correspondiente al fabricante y al solicitante del informe.

No podemos olvidar que además debe incluir el marcado CE de la propia puerta, de los herrajes fundamentales y de los opcionales.

Evidentemente, en Puertas Secades sabemos que es de vital importancia cumplir con cualquier requisito incluido en la normativa vigente que afecta a las puertas cortafuegos. Esta es la única manera de garantizar que la puerta puede cumplir con la función para la que ha sido fabricada: proteger personas e instalaciones del fuego.